En este momento estás viendo EN LOS OJOS DE UN FORASTERO. LA FERIA VISTA DESDE AFUERA.

Ya ha pasado la 15ª Feria Provincial del Libro de Santiago del Estero y es probable, y por mucho margen, que haya sido la mejor de la última década, años en los que vino profesionalizándose la producción del evento. La mejor de todas por muchas razones que sintetizaré con unas disculpas desde la segunda oración porque es probable que omita eventos e invitados destacados simplemente porque la enumeración exhaustiva llevaría mucho tiempo y supera por mucho mis capacidades. Las mesas paneles, actividades y espectáculos fueron muchos y todos con una muy buena aceptación del público.

Este texto cuenta con un informante clave a quien ya presentaré y quiero invitarlos, guiado por sus impresiones, a pensarnos vistos desde la perspectiva de los turistas que llegan a la ciudad.

Identidad escrita, cultura viva

El lema de esta edición fue “Identidad escrita, cultura viva” y una vez más fue acertadísimo y bien logrado. La puesta en escena principal de nuestros productores no solo en cuanto a los ejes temáticos de las conferencias y charlas sino también en un aspecto visual con proyecciones de video y una instalación artística principal alusiva a los intelectuales de La Brasa. El nombramiento de salones en reconocimiento a la obra de autores de la talla de María Adela Agudo, Clementina Rosa Quenel, Carlos Manuel Fernández Loza y José Andrés Rivas. La segunda parte del slogan la representaron también muy bien los productores jóvenes que tuvieron su espacio. Los raperos son trabajadores de la palabra incisiva y el ritmo y fue un gran acierto darles protagonismo y amplificar su voz.

La Feria vista desde afuera

Lino tuvo su estante y tuvimos la grata fortuna de estar a la par de Ediciones Ciccus, por un lado, y a la par, por los ex combatientes de Malvinas a quienes fue un honor conocer. En el estante de Ciccus tuve el gusto de dar con Daniel Camargo Riaño, politólogo colombiano colaborador del sello, quien acompañó atendiendo al público a su editor Juan Carlos Manoukian, el gestor cultural que fue declarado como personalidad destacada de la cultura en marzo de este año en CABA, por su militancia cultural de larga data. Juan Carlos lleva más de treinta años produciendo, casi llega al millar de obras publicadas y su distribución en América Latina alcanza los dos millones de libros. También fue un honor poder escucharle hablar de su vasta trayectoria.

Juan Carlos Manoukian, de Ediciones Ciccus. Ph: Página 12

 

Esto no es GPT es la fotografía de Andrés Torres Acuña

 

La gente en Santiago sonríe con los ojos”

Daniel, el politólogo colaborador de Juan Carlos Manoukian, vive hace casi veinte años en CABA pero no pierde su acento ni sus modales nativos. Nació en Tunja –una ciudad de Colombia similar a Santiago en cantidad de habitantes aunque cordillerana y a 2820 msnm– y quedó sorprendido con los santiagueños y sus rasgos de personalidad. Él es a quien presenté como el informante clave que proveyó del insumo sin el cual este texto no sería posible.

En su visión nosotros estamos tranquilos, hablamos con calma y nuestro trato es cálido, tanto que Daniel quedó encantado, no solo con el público de la Feria sino con todas las personas con las que se cruzó.

Hizo muy bien su trabajo porque además de estar informado del catálogo para quien consultaba, le entregaba un volante con información del sello a todos los que miraban el paño con interés. La gratitud que sintió provino de esos intercambios breves en los que el santiagueño promedio le recibió el folleto con gusto y le escuchó con un interés de una autenticidad a la que no está acostumbrado. También mencionó ciertos aspectos positivos de la organización que luego retomaré al respecto de la invitación a editores no santiagueños.

La mejor de las últimas

La primera gran razón por la que esta edición fue la mejor es gracias al público creciente al que se dirige. Es un evento masivo que logra que aficionados a la literatura de otras latitudes hagan el viaje por su propia cuenta para no perderse el evento porque saben que no encontrarán una reunión de productores tan duradera y prolífera en ningún otro punto del país. La feria se la pasó llena, no sólo el fin de semana de cierre sino también los días de semana.

Los invitados destacados

La producción acertó una vez más en convocar autores célebres de la talla de Liliana Heker y Vicente Battista (tienen en común que su primer libro fue publicado por el emblemático editor Jorge Álvarez, en 1966 ella y en 1967 él, noten la vigencia de su vigorosa performatividad cultural como autores destacados a casi sesenta años de sus óperas primas, y ambos con novedades que presentaron en esta edición).

Liliana Heker participó de la apertura oficial de la Feria y destacó al encuentro intergeneracional que la lectura implica. Aquello que repetía Borges sobre los libros como “viejas cartas a los amigos” y en una época en la que necesitamos más que nunca de esa conexión.  A Federico Jeanmaire se lo podían cruzar afuera, pedirle fuego y ponerse a charlar sobre literatura en un santiamén sumándose a una ronda que también integraban Leticia Martínez y Walter Lezcano. Con Martín Kohan se podían topar como en la peatonal en cualquier pasillo de la feria. Lo mismo con Florencia Freijo y Darío Sztajnszrajber.

Este último hizo explotar la feria el domingo y le estamos muy agradecidos, no sólo por el tráfico aumentado sino también por la manera en que se entregó a la gente, como un auténtico rockstar del saber que repartió sonrisas calmas, autógrafos presurosos y fotos a dos y tres manos. Solamente Messi podría haberle competido y, dado el contexto librero, capaz Darío Sztajnszrajber le ganaba. Es un autor al que en algunos circuitos académicos se le quiere bajar el precio al considerarle “divulgador”, como si fuera vergonzante el acercamiento de los temas trascendentales al gran público. Carl Sagan fue un divulgador. Stephen Hawking también y puede que en el campo de la filosofía, Darío Sztajnszrajber sea el divulgador hispanohablante más reconocido en el mundo entero. Y lo tuvimos acá comiendo un sánguche de milanesa en el Mercado.

GPT 5 entrega esto al darle la instrucción “Darío Sztajnszrajber formato Quino”

La feria tuvo diferentes espacios con mucho público. Un escenario principal frente al FÓRUM sobre Av. Roca y otra instalación sobre calle Perú. Esa desconcentración –además del espacio preparado en especial para los más chicos en el CCB– fue muy inteligente porque puestas en el mismo lugar que los estantes hubiera dificultado la interacción de los libreros con el público. En algunos momentos, como en los inmediatamente anteriores y posteriores a la intervención de Darío Sztajnszrajber, el montón de paseantes recordaba al de la feria artesanal de julio en el Parque en hora pico.

¿Los feriantes? Agradecidos y rebalsados de consultas y de ventas

Hice una pequeña encuesta con resultados altamente favorables. Al que peor le fue emparejó su rendimiento en ventas del año pasado. Los demás se superaron todos, algunos duplicando e incluso triplicando a la edición anterior en ejemplares vendidos.

Aquí en Santiago del Estero nadie pierde. Y eso no es una casualidad sino una apuesta política. Los editores de sellos independientes de la región están todos esperando la feria de Santiago porque no están acostumbrados a tan buen trato. Y no me refiero con eso solamente a nuestra hospitalidad norteña sino a algo bien tangible.

Si un pequeño editor tiene que cubrir pasajes y estadías la rentabilidad es riesgosa cuando no nula, ¿entonces para qué viajar? Al proveerles de esto la producción les garantiza que los ingresos serán para ellos y eso tampoco es casualidad sino que es conciencia de lo que esos pequeños editores harán al volver con ese dinero a casa: seguir trabajando por y para la literatura que nos merecemos.

La convocatoria a los actores independientes del mundo del libro, cubriéndoles pasajes y estadía, es una política cultural sostenida en el tiempo que no se encuentra en ninguna otra feria del país. Esa que estos actores producen es una literatura que significa una apuesta editorial y no tiene nada que envidiarle en calidad y originalidad ni a los clásicos ni  a los bestseller.

La organización lo sabe y lo deja en claro con los actos y la disposición del espacio. Es el estado provincial invirtiendo genuinamente en la producción de obra original y  en la circulación de la publicada. Eso es lo que hace viajar a muchos argentinos de ciudades vecinas y de otras no tan cercanas. Saben los autores emergentes que no tendrán a tantos editores a mano y esos encuentros cara a cara luego se transformarán en catálogos ampliados y producción de obra. En más libros publicados de autores que merecen y mucho su difusión.

El aspecto económico favorable tiene que ver con otro acierto de la organización que fue repetir la entrega de chequelibros. Un ticket de $7000 que se dio a los estudiantes para que los intercambiasen por libros y que no se tomaron a la ligera porque recorrieron cada estante hasta encontrar su mejor uso. La feria tuvo mucho tráfico de escolares movedizos y curiosos. En estas épocas más que nunca es importante la facilitación de ese vínculo con el libro físico.

Inteligencia artificial y creación literaria

Hablando de promover el contacto de los chicos con el mundo del libro: algo que me fascinó. Una genialidad que a quien se le ocurrió hay que reconocerle la inventiva. Dos espacios ploteados con arte y carteles luminosos, puestos estratégicamente, y atendidos por operarios de PC de los más amables, en los que a partir de unas preguntas se les permitía a los niños, en uno de los espacios, crear un personaje dándoles como resultado una hoja impresa con su creación, y en el otro, la invención de una historia en la que también obtenían un producto personalizado. Los chicos quedaban fascinados y paseaban por toda la feria contándoles a sus mamás sobre sus personajes y lo que habría de seguir en casa. He ahí el germen para la producción. En diez años, más o menos, veremos los resultados.

El protagonismo de los actores del libro

A la feria le viene yendo tan bien porque el protagonismo es para los actores vinculados al libro: autores, editores, ilustradores, y libreros. Ese es el camino.

No hay que dar por sentado todo esto que tenemos. Es para nosotros un piso del cual partimos y un techo soñado para argentinos de otras ciudades. Qué decirles de la espaciosidad y comodidad del FÓRUM a la que ya nos acostumbramos y que los viajeros de otras ciudades desearían con todo su corazón tener en casa para intentar imitarnos.

Llegó la hora de que los santiagueños nos miremos con los ojos del forastero y empecemos a creérnosla más.

Tenemos muchas personalidades destacadas y en diferentes campos no sólo artísticos que nos dan motivos para estar orgullosos y es oportuno no dejar de recordarlos porque es un acto de justicia: Ramón Carrillo, Olimpia Righetti y los Wagner. Bernardo Canal Feijóo, Francisco René Santucho, Jorge Rosenberg y Ernesto Picco. Ana Amado y Eduardo Archetti. Juan Carlos Cárdenas, Luis Galván, Julio Marchant, Alfredo Moreno y Exequiel Zeballos. Miguel Cortijo, Marco Trungelliti y Juan Leguizamón. Cecilia Teruel, Iñaqui Ortega, Sr. Junco, Ramón Gómez Cornet, Roberto Eberlé, los Delgado, los Corrales, los Varas y los Garay Vidal. Eduardo Mercado, los Carabajal, Sixto Palavecino y Andrés Chazarreta. Koly Arce, Marcelo Véliz y Dany Hoyos. Leo Dan, Rusher y Lali Espósito. ¡Qué pedazo de plantel y seguro que incurro en olvidos imperdonables!

Ilustración de GPT 5 al pedirle un estilo Quino que reúna a los productores santiagueños mencionados. Se coló Steven Spielberg parece hay premio para quien lo encuentre.

En Santiago nadie pierde. Porque tenemos espacio y tenemos tiempo y eso es lo más deseable en los ojos del forastero: nuestra paz. Antes que el arrebato impulsivo, la escena meditada y pausada característica de nuestra gente que tan bien ponderó nuestro informante Daniel Camargo Riaño, quien me aseguró que es el motivo principal por el cual le gustaría volver en cuanto tenga la oportunidad. Ya está recomendando visitar la provincia a todos quienes le preguntan qué tal le fue. Esto no nos sorprende, ¿o sí? ¿Hace cuanto nos repetimos que Santiago “no tiene tiras pero ata”?

Lo espectacular

El mapping sobre el edificio del FÓRUM fue vistoso y dejó a la gente con un dulce dolor de nuca de tanto mirar para arriba. Escuchar a alguien decir “vamos que en la esquina está por empezar el show de drones” me hizo sentir que Santiago no tiene nada que envidiarle a ninguna ciudad del mundo. Esa espectacularidad que vemos desplegada en Shangái y Dubái por las pantallas de nuestros teléfonos (a los que Martín Kohan sugiere llamarles televisores portátiles) fue un gusto tenerla también en nuestro suelo y contribuyó en mucho a convocar tanto público.

Y hubo espectáculos musicales, intervenciones teatrales y actividades propuestas para un público diverso todos los días, lo que también nos acercó y amplió audiencia.

Si en algo habría que ser crítico tal vez podamos decirlo con el transcurso del tiempo, porque la realidad de momento es contundente y no engaña. No hay dudas de que cada vez será más atrayente. Cada año se hace mejor y nada nos pone más contentos a los invitados a participar quienes estamos en conjunto más que agradecidos.

Cierro citando nuevamente a Daniel quien al preguntarle por su experiencia en los cinco días que duró la Feria me contestó: “Fue insoportable de linda”.

El Marito, editor de Umas y colaborador de Lino

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